La historia de Halloween para niños y no tan niños
La historia de Halloween para niños y no tan niños es generalmente desconocida, aunque se ha convertido en una fiesta muy popular en todo el mundo debido a la importancia que esta celebración tiene en Estados Unidos. Pero… ¿De dónde sale esta fiesta?
La historia de Halloween para niños: El Origen.
Lo que mucha gente no sabe es que Halloween es una celebración de origen celta que tiene unos 3.000 años de antigüedad. Surgió en el norte de Europa, concretamente en Irlanda, aunque también se celebraba en otros países como los actuales Inglaterra, Escocia, Francia o España, principalmente en Galicia.
Los habitantes de los diferentes pueblos de la cultura celta celebraban una fiesta llamada “Samhain”, que significa “el final de la cosecha”. La hacían el 31 de octubre, pues para ellos, ese día comenzaba el invierno y también un nuevo año. Además estaban convencidos de que esa noche los espíritus de sus antepasados regresaban a sus antiguos hogares, por lo que esa noche ponían velas en las ventanas y les dejaban comida en la entrada de sus casas.
¡Pero esto fue hace muchos siglos! Con el paso del tiempo esta tradición fue mezclándose con otras creencias, otras religiones, otras costumbres… hasta transformarse en la fiesta divertida que es hoy en día.
¿Cómo se convirtió en una fiesta tan popular?
En el siglo XIX muchos irlandeses emigraron a Estados Unidos y se llevaron con ellos esta tradición, que gustó mucho al pueblo americano. A principios del siglo XX la fiesta empezó a extenderse por toda la nación y comenzaron a llamarla Halloween. Años después, dio el salto a otros países del mundo gracias en gran parte al cine, ya que se hicieron desde películas de Halloween para niños , hasta películas con contenido más terrorífico para lo adultos. En los últimos años, los medios de comunicación, las series de televisión etc, han hecho que Halloween sea un día especial en el calendario de muchos de nosotros.
Hoy en día esta fiesta gusta sobre todo a los niños, que disfrutan vistiéndose de fantasmas, esqueletos, brujas y otros muchos disfraces terroríficos. Las casas se decoran con calabazas en las que se tallan caras grotescas y a veces se vacían para introducir en ellas una vela que les dan un aspecto aún más aterrador.
Además de poder convertirse en monstruos por unas horas, lo que más gusta a los más pequeños es ir llamando a las puertas de sus vecinos diciendo “Truco o trato” y pidiendo golosinas. El trato es que si les dan caramelos, cantan una canción, y si no, les asustan o les gastan una broma. También es muy típico dedicar la noche de Halloween a contar historias de miedo, ver pelis terroríficas y acudir a fiestas donde la decoración es a base de candelabros, murciélagos y telarañas.
¿Ya tienes pensado tu disfraz de Halloween para este año? ¡Uno de fantasma no estaría nada mal! ¡Buhhhhhh! ¡Buhhhhh!
Visto en mundoprimaria.com
¡Terrorífico! Muchas gracias por la información, profesora.
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